Córdoba es una ciudad inolvidable para todos aquellos que han pisado sus calles, tanto por su historia como por su cultura, además de por su belleza. Y también es conocida por su rica gastronomía tradicional, con infinidad de platos propios que merece la pena descubrir. Si vas a visitar la provincia, te recomendamos que le eches un ojo a este post, porque hay alimentos que no vas a querer dejar de probar.
Contenidos
- 1 Platos típicos de Córdoba que tienes que probar
- 1.1 Salmorejo cordobés
- 1.2 Flamenquines
- 1.3 Rabo de toro al estilo cordobés
- 1.4 Berenjenas fritas con miel
- 1.5 Alcachofas a la montillana (alcachofas al moriles)
- 1.6 Ajoblanco
- 1.7 Mazamorra
- 1.8 Habas con jamón ibérico
- 1.9 Potaje de Garbanzos
- 1.10 Migas
- 1.11 Caracoles
- 1.12 Japuta en adobo
- 1.13 Embutido ibérico de Los Pedroches
Platos típicos de Córdoba que tienes que probar
Si vas a visitar esta ciudad del sur de España, hay una gran cantidad de platos que vas a querer descubrir. Y es que los platos típicos de Córdoba son una amalgama de influencias multiculturales, y es justo ahí donde reside la magia. Las culturas árabes, judías y romanas han dejado huella en esta ciudad, y en los ingredientes de sus platos. Desde el reconocido salmorejo cordobés hasta el refrescante ajoblanco, pasando por el delicioso flamenquín, ¡no vas a querer que se te escape la oportunidad de disfrutar de una experiencia gastronómica única! Así que te recomendamos que eches un ojo al listado de platos típicos de Córdoba, para así saber que probar. Busca una taberna tradicional, ¡y a disfrutar!
Salmorejo cordobés
Comenzamos con uno de los platos más emblemáticos de la ciudad, como es el salmorejo cordobés. Es una especie de sopa fría que se elabora a partir de tomate, pan, aceite de oliva, ajo y vinagre. ¡Aunque hay quien experimenta algo más con la receta!
Tiene una textura muy cremosa, un sabor fresco y un contraste de ingredientes que lo convierte en un plato perfecto para el verano. Además, se suele servir acompañado de un poco de jamón y huevo duro picado, dándole ese toque extra de sabor.
Flamenquines
En segundo lugar, hemos de hablar de una de las delicias gastronómicas más afamadas de Córdoba: los flamenquines. No hay taberna, ni bar, ni restaurante en esta ciudad que no lo tenga en su carta. Son una auténtica delicia crujiente: filetes de cerdo enrollados con jamón serrano, empanadas y fritos hasta que quedan dorados por fuera y tiernos por dentro. Sin duda, una fusión de sabores a la que merece la pena darle una oportunidad.
Encontrarás multitud de flamenquines más allá de los tradicionales: de rabo de toro, con queso, con huevo duro… Pero, en caso de que tengas que escoger, te recomendamos que apuestes siempre primero por el clásico. ¡Todo un acierto!
Rabo de toro al estilo cordobés
Para aquellos que disfruten con el sabor de la carne, no hay nada como el rabo de toro cordobés. Esta receta tiene sus raíces en la cocina tradicional andaluza, y consiste en estofar lentamente el rabo de toro en una salsa deliciosa. La salsa está hecha de vino tinto, especias y verduras, y es lo que realmente le da ese toque tan especial a la carne.
El resultado, sobre todo cuando está bien hecho, es una carne tierna, suculenta y capaz de deshacerse en la boca. Si quieres saber más acerca de este plato, aquí te contamos el origen del rabo de toro.
Berenjenas fritas con miel
¿Prefieres probar algo de verdura? ¡No creas que no hay platos deliciosos también en este sentido! Porque las berenjenas fritas con miel te van a conquistar desde el primer momento, gracias a la combinación del dulce y el salado.
Es una receta bastante sencilla: se cortan en rodajas las berenjenas, se fríen hasta que están doradas y crujientes y, al servirlas, se añade siempre un generoso chorreón de miel. No es solo la mezcla de sabores la que llama la atención, sino también la de texturas.
Alcachofas a la montillana (alcachofas al moriles)
Continuamos con otro plato hecho de verduras, saludable y que destaca por su sencillez y su intenso sabor. Estas alcachofas a la montillana, o al moriles, se cocinan con una base de vino blanco de la región de Montilla Moriles. Además, se les añade jamón y hierbas aromáticas, para darle un toque único y muy peculiar.
Ajoblanco
El salmorejo no es la única sopa fría típica de Andalucía, sino que también le cede un espacio especial al conocido como ajoblanco. Es sencilla, puesto que está hecha a base de almendras, ajo, aceite de oliva, pan y vinagre. Tiene una textura similar a la del salmorejo, pero es mucho más refrescante incluso. Es perfecto para esas noches de verano en las que el calor no termina de desaparecer, el ambiente está cargado de jazmín y nos sentamos en una taberna a disfrutar en compañía de nuestros amigos.
Mazamorra
¡Y continuamos con otra sopa fría! En este caso, hablamos de la mazamorra, que tiene tradición romana. Se elabora con majado de pan, vinagre, aceite, agua y ajo. Se considera el antecedente del salmorejo, puesto que sus ingredientes no son tan dispares; la única diferencia es que esta no contiene tomate.
Se suele usar pan de telera para esta receta, que se caracteriza por ser muy crujiente por fuera y con una miga suave en su interior. Es un pan típico cordobés, ¡y es una auténtica delicia!
Habas con jamón ibérico
Las habas con jamón ibérico son un plato tradicional que combina el sabor suave y terroso de las habas con la intensidad y el toque salado del jamón ibérico. Este plato suele prepararse con ingredientes frescos y se saltea en aceite de oliva, lo que resalta el sabor del jamón y lo mezcla a la perfección con las habas tiernas. Es una receta sencilla pero llena de matices que refleja la riqueza de la gastronomía andaluza.
Potaje de Garbanzos
El potaje de garbanzos destaca por ser un guiso completo y reconfortante. Este plato se elabora con garbanzos cocidos, acompañados de verduras, especias, y en ocasiones, chorizo, morcilla o casquería para darle un toque más intenso. Es muy popular en la gastronomía cordobesa, sobre todo en épocas más frías, por su capacidad para nutrir y reconfortar. Estamos ante un ejemplo perfecto de comida casera que ha pasado de generación en generación.
Migas
Para aquellos que son amantes del pan, las migas son un descubrimiento increíble. Se elaboran con pan duro que se desmenuza, y se fríe, acompañado de aceite de oliva. Además, se le suele añadir otros ingredientes: chorizo, naranja, pimiento… Todo depende, un poco, de la receta que estén siguiendo, puesto que hay distintas variables. Si tienes la oportunidad de probar las migas tradicionales cordobesas, ¡no te arrepentirás de hacerlo!
Caracoles
Llegamos a un plato solo para los más atrevidos: los caracoles. En Córdoba, durante los meses de primavera, se pueden encontrar una gran cantidad de puestos en los que se venden caracoles. Tradicionalmente, se vendían en caldo o en salsa, y se distinguía entre los caracoles pequeños y las llamadas cabrillas. No obstante, ahora mismo se pueden encontrar en recetas dispares: a la carbonara, picantes, acompañados con nachos… ¡La originalidad ha ganado la partida en esta ocasión!
Japuta en adobo
La japuta en adobo es uno de los platos más emblemáticos de Córdoba en lo que se refiere a pescado. Es un pescado blanco con un sabor muy suave, que se marina en una mezcla de vinagre, ajo, pimentón y otras especias antes de pasar a freírlo. De esta manera, queda crujiente por fuera, tierna por dentro ¡y deliciosa en todos los sentidos!
Embutido ibérico de Los Pedroches
Y, por último pero no por ello menos importante, no puedes visitar Córdoba sin probar su embutido ibérico de Los Pedroches. Este embutido está elaborado con carne de cerdo ibérico de la mejor calidad, y tanto su sabor como su textura te harán querer repetir. Especialmente si te consideras un acérrimo amante de la carne. Acompáñalo de pan crujiente, queso y un poco de aceite de oliva, ¡y a disfrutar!